Con el fin de que entre todos aportemos ideas y mejoras, adjuntamos a continuación
borrador del Esquema de Trabajo en Red con entidades e instituciones remitido por
nuestro compañero Andrés Gotor.
Versión. 2015/11/18
Las actualizaciones mejoras y modificaciones serán actualizadas en
esta misma entrada. Se ruega dejar en comentarios las observaciones y aportaciones.
PROYECTO DE TRABAJO EN RED CON ENTIDADES, ASOCIACIONES, ORGANISMOS Y ENTIDADES
PARA PERSONAS SIN HOGAR, DESAHUCIADOS Y SIN TECHO
Cualquier acción que se lleve a cabo por y con las personas debe
tener en cuenta la comunidad donde se desarrolla e integrarse en una acción
común cuando los objetivos son también comunes. Al mismo tiempo, la
optimización de los recursos debe llevar a no intentar hacer todos lo mismo, o
que cada uno intente hacerlo siempre todo.
El Trabajo en Red permite reunir todos los esfuerzos sin que
ninguno de ellos sea innecesario y sin que ninguno de ellos se repita.
Distintas entidades pueden dirigir sus esfuerzos en un mismo sentido
permitiendo que cada una de ellas desarrolle plenamente sus capacidades e
incluso sus competencias.
Trabajar en Red permite moverse en el espacio en el que están
todos, todos los que pueden ser precisos en un momento dado o en una fase
concreta de una intervención. Y tienen que ser todos, porque aquí deben
considerarse todos los recursos propios de las administraciones competentes y
todas las actuaciones de los distintos organismos y entidades Trabajo en Red con entidades e
instituciones de cada barrio y ciudad, circunscribiendo en
este caso el ámbito de Sevilla y provincia, ya que muchas de las personas sin
techo son transeúntes procedentes de localidades más pequeñas de la provincia y
que ya han agotado todas las vías en ese lugar de procedencia.
Consiste pues en un trabajo coordinado en donde se tengan en
cuenta los trabajos actuales y futuros pero sobre todo los trabajos realizados
hasta la fecha, planes comunitarios, coordinadoras, plataformas sociales,
campañas e iniciativas ciudadanas... con las que se comparten los mismos objetivos.
En el caso de las personas sin techo o sin hogar, nos podemos
encontrar distintas singularidades: las causas pueden ser de distinto tipo,
desde económicas a puramente sociales, desde las situaciones derivadas por la
pérdida de empleo y posteriormente de derechos sociales, a la marginalidad y la
exclusión. Casos de familias desahuciadas, ancianos abandonamos, mujeres
maltratadas, enfermos psíquicos, jóvenes que a los 18 años abandonan el hogar o
son expulsados de casas de acogida, mujeres procedentes de trata de personas,
adicciones... en cualquier caso son
personas que pierden la referencia de un techo que les cobije.
Entiendo que La Carpa es un punto de referencia para todos los
que por cualquiera de estos u otros motivos un día no tienen un techo, un hogar
digno en el que vivir. Y comprendo que la Carpa es un centro de atención de
necesidades básicas pero cualquier atención a la persona debe considerar la
singularidad de ésta y la necesidad de considerarla y atenderla de manera
integral, mediante un sistema de derivaciones y protocolos prefijados al
respecto y conforme a distintos grados de intervención.
Esto lleva a una relación directa con cuantos trabajan en
distintos ámbitos pero con un mismo fin. Pero además, hay que considerar que en muchos casos, bien
como origen de la situación de desamparo, bien como consecuencia de ella nos
veremos en la necesidad de abordar situaciones que tocan de lleno con la
drogadicción, el alcoholismo y otro tipo de adicciones.
La atención integral conlleva buscar salidas a cada una de las
singularidades. Todo lo que no sea eso sería dar por buena la situación de la
persona aunque sus necesidades básicas estén atendidas. Cada persona tiene que
protagonizar su vida, y hay que luchar y trabajar por que sea con medios y
recursos y por supuesto con una vivienda digna, pero en ocasiones, y más de las
que creemos encontraremos casos particulares, circunstancias especiales que
terminarán distintas intervenciones. Es aquí cuando entran en juego el trabajo
en red a fin de facilitar todas las herramientas necesarias para ello.
El trabajo en este sentido precisa de tres fases. Algunas de
ellas podrían coincidir en el tiempo:
1.- Elaboración de una guía de recursos.
2.- Elaboración de protocolos de coordinación.
3.- Intervención.
En la elaboración de una guía de recursos estamos trabajando ya.
En materia de personas sin techo existen ya distintos proyectos
que en la mayor parte actúan por zonas y con distinto grado de intervención
(desde los que hacen salidas para llevar comida, a los que hacen seguimientos
efectivos de las personas) De otro lado, solo en materia de drogodependencias
existen 23 organizaciones de atención a toxicómanos en la provincia, sin tener
en cuenta los recursos propios de las administraciones como los Centros de
Atención de Drogodependencia u otros recursos terapéuticos.
Esta guía precisa de un trabajo ordenado y permanente, con
continuas actualizaciones.
En cuando a la elaboración de protocolos, sería preciso reunir o
cuanto menos contactar a todas las organizaciones y entidades que trabajan en
esta materia. En algunos Centros Cívicos de zonas en donde hay un importante
riesgo de exclusión, como en El Esqueleto, este Trabajo en Red se está
trabajando desde hace años e incluso liderado por la propia administración, a
la que se le debe exigir. No obstante, estamos hablando de una zona en donde
existe un comisionado. En ocasiones se impulsa desde las UTS.
Sin embargo, en el caso de una ciudad como Sevilla todo es más
complejo. No estamos hablando ya de un barrio, sino de un área que puede
englobar entre 700.000 y 1,5 millones de personas.
Por último, respecto de la intervención, esta puede consistir en
la mayoría de las veces en una simple derivación y trabajo posterior con los
servicios sociales comunitarios a los efectos de facilitar una vivienda social
o algo por el estilo, pero en ocasiones habrá que contactar y derivar a
personas con singularidades que deben ser convenientemente atendidas.
Sinceramente pienso que en esta fase hacen falta profesionales de la medicina y
trabajadores sociales, auténticos especialistas en la percepción integral de
las personas.